Acabamos de pasar un jueves y un viernes bastante entretenidos, y me gustaría contaros cómo han sido, porque he vuelto a cumplir un sueño que tenía…y el domingo cumpliré uno aún más grande.
El jueves fuimos a una fiesta en una fraternidad que iba de llevar camisetas blancas y que la gente te firmara en ellas (la más curiosa que me dedicaron fue Clem que me puso “soy un traficante de drogas colombiano” porque dice que en la foto del carnet de la universidad lo parezco…¡madre mía! Y estuvo realmente bien…hasta que vino la policía a las 12 y nos echó a los dormitorios, donde nos metimos en uno cualquiera y seguimos bebiendo. Cada día me sorprendo más de la amabilidad de los americanos (al menos de los del sur) y de lo abiertos que son. Un ejemplo. Según llegamos a la fiesta, un tipo que no conocíamos de nada nos ofreció su habitación para guardar las bebidas y darnos las famosas cups para poder beber. Aquí en las fiestas, las chicas vienen a hablarte, algunas con intención cierta y otras sin más por hablar, y eso en mi querida España, no ocurre (y si te vas a Valladolid ya es exagerado). Rápidamente intentan decirte cosas en español, te preguntan qué estudias, hasta cuando te quedas, donde vives y definitivamente, hablan, y eso se agradece.
A las 12 que acabó la fiesta pues estábamos calentitos, así que decidimos irnos en los coches hasta la Latin House pero aquello estaba muerto, así que nos quedamos en la calle sin más bebiendo, riendo y haciendo el imbécil, es decir, pasándonoslo de lujo.
Hoy viernes teníamos una barbacoa con el resto de internacionales de todo el mundo…aunque ésta tenía de barbacoa lo que yo de folklórica, nada. Ha consistido en hamburguesas y perritos, con limonada, agua y té frio de bebida. Si la gente de mi peña lo viera a alguno le saltarían las lágrimas. De ahí nos hemos ido a la plaza central de la universidad, que habían preparado una mini fiesta. Hemos visto ya a las cheerleaders con sus plumeros, a la banda bailando y tocando, al entrenador del equipo de fútbol americano con 2 jugadores animando a que mañana vaya la gente e incluso las elecciones a Miss USM…al más puro estilo americano, flipante y flipados. La fiesta principalmente ha consistido en un concierto en el que he disfrutado como un enano (he recordado lo que disfruto de la música en vivo y de un concierto) y en destrozar un coche cortesía de la fraternidad SigmaNu.
Evidentemente, he amarrado el mazo y he sacudido al coche 3 veces por el módico precio de 1$. Si lo llego a saber pago lo que sea y que me hubiera tirado hasta la extenuación. Es increíble poder sacudir al coche de esta manera, espero que hagan otra pronto pero con un ordenador, que le tengo unas ganas últimamente…He de decir que el coche no es como los de siempre, es un coche de hierro macizo, duro de pelar.
Aquí os dejo uno de mis sueños cumplidos y unos segundos de felicidad completa. Y a continuación un poco de la actuación de Smaash.
Y mañana el primer partido de los Eagles en la universidad y el domingo, el gran salto.
3 comentarios:
Qué canalla! Me vas a dejar sin saber hasta que lo publiques en qué consiste lo del domingo??? O.o
Cris Eiriz (no me mola tener que poner el apellido, pero no se puede tener tantas Cristinas en una sola vida!!)
MUA!
¿desde dónde vas a saltar?
Si me llegan a dar a mi el mazo me cebo con el coche, tengo que desestresar!
i wanna c u flying!
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