El pasado domingo, Jose apareció en mi habitación a las 11 de la mañana, y maquinilla en mano me despertó y me dijo “rápame”. Con el cubo de fregar a uso de cómodo sofá de peluquería, maquinilla en mano y legañas en los ojos, allí que le metimos la máquina mano a mano Javi y un servidor. A continuación, café en mano y con la emoción de ser un domingo de fútbol, le dije que tan sólo me arreglara el cuello, “que tenía muchos abuelillos”. Pasó lo que tuvo que pasar, así que me decidí a rapar por varios motivos.
- Porque sí
- Por ahorrar dinero
- Por sanear el pelo (me encanta este motivo no científicamente probado que siempre se usa en estos casos)
No es que me guste para nada el pelo así, pero bueno, crecerá, y yo tendré algo más de dinero y el pelo más sano ¬¬ . Como buen español, Rufo se sumó a la causa como la cabra tira al monte y también se rapó.
Ya con el destrozo en lo más alto, nos fuimos a comer a la cafetería para luego disfrutar de nuestro primer partido de fútbol americano del equipo de la universidad (Eagles). Aquí el fútbol es religión.
Los edificios se cierran, los aparcamientos quedan vetados para los estudiantes, las calles del campus se llenan de gente con los colores amarillo y negro del equipo, con sus caras pintadas y su gorra, viene la policía, las cadenas de televisión, las familias con sus hijos, tenderetes y sus barbacoas, comen y beben en el césped durante todo el día y cada segundo te cruzas con alguna animadora o algún músico de la banda. Es un auténtico día de fútbol, se respira.
Lo más impresionante es el recibimiento del equipo. Es una especie de desfile, como los típicos que vemos en las películas cuando llegan los héroes de guerra o algo por el estilo. A la cabeza de la comitiva, la policía, seguida de bailarinas, trompetistas, tamborileros, percusionistas, cheerleaders, abanderados,…y por último el equipo. Una imagen (video) vale más que mil palabras.
El estadio, The Rock, es impresionante. Está dentro del estadio, a 5 minutos de mi residencia, y tiene capacidad para 33,000 espectadores. Una vez dentro nos vamos con Tyler y toda la fraternidad Sigma Nu, Will, Andree, Elizabeth, Jessalyn y la tropa española. Antes del comienzo del partido imaginaros, toda la parafernalia americana de músicos y cheerleaders, himno americano, todos en pie, mano en el pecho y banderas a media asta, es 11 de Septiembre.
Una vez empieza el partido, se acabó la diversión. Es el deporte más aburrido que he visto en mi vida en serio, y tiene tantísimas normas que incluso muchos americanos no las entienden. Sale el balón, una mini carrera, un bloqueo y se para el balón, todo en 10 segundos de juegos seguidos en algunas ocasiones de varios minutos de parón. Algunas veces esos minutos son aún más largos, y hacen algún paripé como el espectador que intenta un lanzamiento, o la banda sale a tocar o cualquier cosa. El partido son 4 cuartos de 15 minutos cada uno (total=60 minutos) y un partido suele durar unas 3 horas, por lo que paran 100 minutos. Resumiendo 1 hora de juego y 2 horas de parón…denunciable vamos. Donde esté el rugby y por no decir, un buen partido de fútbol auténtico, que se quite este invento. En mi opinión, más que deporte, espectáculo.
ENTRADA DEL EQUIPO EN EL CAMPO
CANTANDO Y HACIENDO LA OLA
ESPECTÁCULO PREVIO AL PARTIDO
BLACK! GOLD!
CHEERLEADERS
Finalmente “nuestro” equipo ganó, 32-7 o algo así, por lo que al día siguiente había descuentos del 25% en la tienda de la universidad :)
Nosotros vivimos el partido a nuestro aire, e hicimos nuestros descansos viendo el panorama…repostando de vez en cuando, por lo que acabamos el día pronto pero contentos, sin fuerzas para salir por la noche, café en la habitación con mi mejor compañero de habitación del mundo y mi hermano americano, Javi, y buena conversación. OU YEAH!