Los Angeles

El domingo por la noche llegamos a Los Angeles, donde nos esperaban María, Lorenzo, Marta y Chema, amigos de Mónica. La primera impresión fue la de la típica ciudad americana, un centro de edificios altos iluminados muy juntos, y mucha oscuridad alrededor.

Allí nos juntamos en el hostal Stay (muy chulo) y nos fuimos a cenar a una hamburguesería típica del oeste, en concreto de California, el In´N´out, donde comí la mejor hamburguesa desde que he venido a los estates, y mira a ver si no he comido bastantes…para terminar la noche en el hostal junto al señor Bud y descansar para el día siguiente visitar los UNIVERSAL Studios.

UNIVERSAL STUDIOS

Los Universal Studios se encuentran justamente en una colina, y no sólo consiste en el parque temático, si no que está repleto de construcciones de escenarios (Mujeres desesperadas, La guerra de los mundos, Psicosis,…).

Después de pagar los respectivos 74$ (merecen la pena), empezamos a entrar en atracción tras atracción y así hasta las 6 de la tarde que cerraban. La Momia, Jurassic Park (video) , King Kong, La casa del terror, …y muchas de ellas en 3D o 4D. En concreto vimos una mini-película sobre Shrek, donde cuando el burro estornudaba, nos salpicabamos de un líquido…increíble. El sistema consiste simplemente en un agujerito en el respaldo de los asientos, pero el efecto sumado al 3D es impresionante. Vimos también un espectáculo sobre Terminator en 3D, otro espectáculo sobre animales (grandes los monetes), otro sobre Water World, otro sobre cómo se hacían los efectos especiales,…Consiguieron que se me metiera en la cabeza la idea de que “el cine es magia”, y así es, porque de lo que es la realidad a lo que ellos consiguen sacar, es pura magia.

Los mejores espectáculos fueron sin duda el 3D que nos metió justo en medio (pero cuando digo en medio digo justo en el medio) de la pelea entre King Kong y 3 Rex (video - minuto 6:50), y el remate final fue la atracción de The Simpson Ride, que con un 3D de 360º nos dejó a todos boquiabiertos. Personalmente nunca había sentido las cosas que sentí en esa atracción…era como estar en la ciudad, como ser un personaje más, y todo desde un simple carro. En una de las escenas, nos metimos en la boca de Maggie, ¡y empezó a oler a toallitas de bebé!, fue espectacular. Igual que en otra escena donde caímos en agua y la sensación era auténtica de estar flotando, con brisa incluida. Esa atracción, siendo irreal, ha sido lo más real que he vivido. Es que miraras donde miraras veías TODO LO QUE QUISIERAS, estabas DENTRO. Realmente fue toda una experiencia…Aunque no sea lo mismo, os dejo aquí el video de la atracción, sólo tenéis que imaginar que miraras donde miraras todo era real…(video)

Walk of Fame / Beverly Hills / Bel-Air

Ya el martes nos fuimos a visitar lo que es un poco más la ciudad. A primera hora subimos al observatorio para tener vistas de la colina con el famoso cartel de Hollywood, vistas de la ciudad y un busto al rebelde sin causa James Dean.

Después bajamos al Walk of Fame, en Hollywood Boulevard. Sinceramente por la tele parece que tiene más glamour, y más teniendo en cuenta que los Oscar se celebran en el Kodak Theatre, pero mi opinión del Paseo de la Fama es que es otra calle comercial más como la de cualquier otra gran ciudad, pero con estrellas en el suelo. Mencionar especialmente para visitantes el Teatro Chino  y el Madame Tussauds.

 

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Ya vistas las estrellitas, el próximo destino era visitar Bel-air y Beverly Hills. Por no perdernos y dar millones de vueltas con el coche, decidimos coger un bus con guía, pero teniendo en cuenta que somos estudiantes y que estamos pelados de pasta, pensamos que era mejor que, para visitar un barrio de alto standing, lo hicieramos en una limusina, y blanca.

¿Qué decir de Bel-air y Beverly Hills? Pues de nuevo que es menos de lo que, equivocadamente, se espera. ¿Por qué? Porque no deja de ser un barrio pijo con casas muy grandes. La única diferencia es que Bel-Air es más exclusivo que Beverly Hills, en ocasiones el “doble” de exclusivo. Algunas casas estaban muy muy accesibles teniendo en cuenta que viven famosos ahí, y en otras en cambio veías la valla y gracias. Vimos la de Johny Deep, Morgan Freeman, Michael Jackson, la Mansión Playboy (los tíos teníamos un pie y medio fuera de la limusina), la casa de Brad Pitt y Angelina Jolie, la de Dani de Vito,…y así decenas y decenas. Echamos bastantes fotos porque algunas casas eran increíbles, pero a día de hoy nadie recuerda qué cada era de quién.

Como apunte, el conductor nos comentó, que debido a que la gente llegaba y llamaba a las puertas de los famosos, se impuso una ley y está prohibido, con castigos de bastantes dólares y visita a prisión incluida, así que barata la gracia.

Para terminar nuestra visita a Los Angeles nos faltaba bajar a la costa. Las playas más famosas de Los Angeles son Santa Mónica y Malibú. Visitamos tan sólo Santa Mónica y comimos en el muelle. En cuanto llegas al muelle, inevitablemente se te viene a la menta las imágenes de las películas de Hollywood del típico muelle con atracciones, tío vivos y noria incluida.

Ya allí, cenamos en el restaurante del muy mejor amigo de Forrest Gump, el Bubba Gump Shrimp Company, y no es broma. Se trata de una cadena de restaurantes extendida por Estados Unidos y parte de Asia y espero que pronto por Europa.

Muy original la manera de llamar a los camareros. Si quieres que te atiendan, pones la matrícula en “STOP FORREST STOP”, y cuando no quieres nada simplemente tienes que dejarla en “RUN FORREST RUN”.

Y por primera vez en mi vida toqué aguas del OCÉANO PACÍFICO…

El miércoles nos levantamos a las 6 de la mañana y partimos hacia San Francisco, pero eso será en la próxima entrada.

Os dejo un par de fotos más…

Como conclusión sobre Los Angeles, nos decepcionó a todos un poco en general. El Walk of Fame como he dicho anteriormente no deja de ser una calle comercial, Beverly Hills y Bel-air un barrio de millonarios y la ciudad en sí no tiene nada que ver en especial. Lo que más merece la pena son los Universal Studios, sin ninguna duda.

En Los Angeles igualmente aprendimos que en Estados Unidos, aunque estés a una calle del centro, si eliges la equivocada, puedes tener problemas. Cuando cae la noche parece una peli de zombies, pero en vez de zombies, salen chungos. Ya os contaré con más detalle de San Francisco respecto a este asunto.

Otra cosa que nos llamó la atención de Los Angeles es el número de “homeless” que hay. Calles y calles repletas, incluso algunas auténticas acampadas. El denominador común de los sin techo en este país es la locura; no es raro ver a un tipo discutiendo sólo por la calle, a otro hablando a la nada como que a otro andando en zig-zag y dando pasos para atrás. Según nos explicaron, en las ciudades cercanas a Los Angeles, los mendigos no son bien recibidos, por lo que emigran a las grandes ciudades.

Personalmente lo que veo es una falta brutal de “estado social”, si por eso entendemos que el estado debe de (intentar) asegurar que, más o menos, todos tengamos derecho a alimentos, techo y asistencia sanitaria, tarea harta complicada en este país donde la seguridad social brilla por su ausencia (algunos se dedican a que se mantenga bien limpia) y donde se invierten los petro-dólares en invadir países, fomentar guerras y en crear material militar en vez de en servicios sociales, sanidad, transporte, infraestructuras, etc, etc,. Ea.

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