Y tan “fabulous”…
Después de salir desde New Orleans haciendo escala en Denver (Colorado) llegamos a nuestro primer destino, Las Vegas. Nada más llegar, la ciudad nos recibe con mini casinos en los propios pasillos del aeropuerto, y muchas luces, muchas muchas.
Una vez instalados en Motel 6 nos metemos en lo que es realmente la ciudad, Las Vegas Strip (La Franja), o lo que es lo mismo, más de 6km de juego, alcohol, dinero, sexo, diversión y todo lo que puedas querer.
Poco os puedo contar de Las Vegas respecto a cosas concretas que ver como en cualquier ciudad, sinceramente, pero también a día de hoy es la ciudad más impresionante que he visto jamás. Las Vegas es un pasadizo de casinos, casinos y más casinos, “que no cierran nunca” como bien repetía Jose una y otra vez con ilusión sin poder creérselo. Es más, podrías cruzar el Strip sin tan siquiera pisar la calle, está todo bien preparado para que no sea necesario “salir” de los casinos-hoteles. A pie de esto último me acabo de acordar que una vez estás sentado en una mesa jugando, la bebida corre a cargo del casino, simplemente se te acerca una señorita y te pregunta que es lo que quieres beber, cosa que tiene todo el sentido.
Cómo ya habréis escuchado millones de veces, en los casinos no hay ventanas, ni relojes. Da igual la hora que entres, como si son las 8 de la mañana de un lunes, ahí dentro no corre el tiempo, sólo el dinero. Señalar que no son como los casinos que podemos tener en España u otros países, donde para entrar se requiere etiqueta, en Las Vegas entras en cualquier casino como sea, en chándal, pantalones cortos, disfrazado,…
Visitamos un total de unos 10 hoteles-casinos, el Riviera, Flamingo, Caesars Palace, MGM, Bellagio, Bally´s, Monte Carlo, New York New York, Excalibur, Luxor,….y personalmente el que más me gustó fue el New York New York, que curiosamente fue el primero al que entramos y donde vimos a un tipo perder como si nada unos 100,000$ de una sólo jugada en la ruleta. Estos casinos mezclan y juegan con el vicio en todas sus vertientes, dinero, sexo y alcohol, y encima se puede fumar, ¿quién quiere más? Al lado de las mesas de juego, una discoteca con musicote, y tías bailando medio en pelotas y hasta incluso algunas en la misma mesa.
Respecto a lo del sexo…las calles están repletas (cuando digo repletas digo 20 personas en fila a ambos lados en un espacio de 10 metros) de mexicanos repartiendo flyers de chicas para servicios (joder que fino me ha quedado esto) con precios y fotos más que sugerentes, con las típicas etiquetas de ”Sheri, $49, No hidden fees, real photo, to your room in 20min or less” y hasta con fotos de las tarjetas que aceptan.
En las calles de Las Vegas beber es permitido, y además no es ni necesario ocultar la lata bajo bolsas de papel o en los típicos vasos rojos. Las calles durante el día están llenas de “busca-vidas” disfrazados de Homer, Batman, Marilyn Monroe,…
Y lo que todos os estaréis preguntando…¿jugué? Sólo os diré que el que no juega no gana.
Mi resultado en balance fue de “quedarme en paz” aunque realmente perdí. Primero jugué a la ruleta (que es lo único a lo que se jugar) y después de perder y volver a ganar lo perdido, me retiré completamente en paz. Esa misma noche metí 1$ a una máquina por la gracia de darle a la palanquita y me dio 10$, así que redondo. Ya al día siguiente, perdí de nuevo en la ruleta 20$ y volví a invertir otros 10$ para intentar recuperar lo perdido, y exactamente, perdí el total de 30$…os podéis imaginar, sentí el bajón del tipo que acaba de perder, en mi caso siendo estudiante, un pastón. Pero he ahí lo maravilloso de Las Vegas, esperando a Mónika que había entrado al baño, se mostraron ante mi 3 máquinas justo en frente de la puerta, elegí la del medio, le metí 1$, aquello empezó a dar vueltas, marcó 5000 y cuando esperaba que me diera 5$ veo que aquello sube y sube hasta los 50$. Saltos de alegría y “¡toma!, ¡toma!, ¡toma!” y al cajero a cobrar, ya que los premios de la máquina, a diferencia de como aparecen en las películas, no sueltan monedas, si no un ticket con valor del premio que tienes que cobrar en las ventanillas.
Estando como estábamos en las Vegas, no nos podíamos ir sin ver un espectáculo. David Copperfield se nos escapaba un poco del presupuesto por lo que optamos por un espectáculo en el hotel Excalibur (increíble este hotel con forma de castillo) sobre caballeros medievales, el Tournament of Knights. La velada estuvo muy entretenida, con mucha participación del público y con cena incluida, un pollo completo servido con patatas y sin cubiertos para comerlo al más puro estilo medieval. El público estaba dividido en 6 países y cada uno con su caballero. Mucho espectáculo de fuego, chispas de choque de espadas, explosiones y hasta incluso cohetes al final que me dejaron boquiabierto (aun más).
También disfrutamos del espectáculo de agua, luz y música del Bellagio que al menos a mí personalmente me emocionó.
Aquí os dejo también un par de fotos de Las Vegas.
El domingo se hizo realidad lo que ya nos temíamos, el vuelo al Gran Cañón del Colorado se anulaba por el tiempo. Lluvia, nubes y tiempo impiden verlo con claridad y además hacen el vuelo en helicóptero más peligroso. Mirándolo por el lado positivo, es una cuenta pendiente que algún día estoy seguro saldaré.
Con este panorama decidimos coger el coche antes de lo planeado y marchar hacia Los Angeles. Tenía muchas ganas de recorrer este tramo por el desierto y realmente fue toda una experiencia conducir por esas autopistas eternamente rectas que ni la vista alcanza a ver donde terminan donde no hay nada alrededor más que desierto y, como bien me preguntaba, quizás bastantes muertos enterrados. En total, 415km apróximadamente y 6 horas de carretera.
Como curiosidad, para entrar al estado de California hay un control de frutas, que no de drogas, ya que según nos explicaron el estado de California es un exportador muy importante de frutas y lo tienen muy muy protegido.
Como conclusión os diré que en estos 2 días tuve la boca y los ojos cerrados tan sólo para dormir (tenía los ojos secos de no pestañear como cuando juego al Pro). No podía creer todo lo que estaba viendo, que fueran real Las Vegas y todo lo que hemos visto en millones de películas. No paré durante los 2 días de decir “madre mía” y “es flipante”.Esta ciudad está preparada para no dejar escapar el dinero, dinero que llevas, dinero que dejas, dinero que ganas en Las Vegas, dinero que reinviertes en Las Vegas. Es un círculo vicioso donde el único que gana son Las Vegas. Recomiendo a los visitantes que vayan sin dinero, sin ganas de pasárselo bien y sin pareja (aunque habrá quién este punto les sea indiferente) porque si vas con dinero, con ganas de pasarlo bien y sin pareja, eso es una bomba explosiva de dimensiones desconocidas, el mejor lugar del mundo donde pasar una noche inolvidable.
Y sin ninguna duda, volveré…
Próxima entrada: Los Angeles
2 comentarios:
Qué increíble la entrada Fran!!! me ha encantado y geniales las fotos también.
Como se nota que estás con la mente centrada en el inglés, dices por algún sitio "beber es permitido" en lugar de está permitido beber jijijij. A mí no me pasa claro, ójala ;-)
Por cierto, viste el Caesars Palace??!!! ahhhhhhhhh! ahí va Luis Miguel cuando canta en Las Vegas, siempre, para un auditorio selecto de personas.
Bueno, que me he muerto de envidia leyendo todo lo que cuentas... YO QUIERO IRRRRRRRR
Un beso enorme, guapo!
magnífica entrada mr gutierrez, me ha encantado! :) y como bien dice tu hermana, yo quiero irrrr!!! :)
Esperando ansiosa la siguiente entrada...
Solo te digo que: eres lo peor, no lo olvides ;)
bss guapo! xxx
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