San Francisco

Eran las 6 de la mañana del miércoles cuando sonó el despertador. Queríamos salir lo más pronto posible para poder devolver el coche antes de las 5 de la tarde y así ahorrarnos un día, y entre posibles atascos, me meo, me peo, quiero fumarme un piti y tal, decidimos estar en la carretera desde las 7 a.m. Y como buen proyecto de padre que soy, me llevé a los críos a que visitaran San Francisco mientras dormían…

 

A la llegada a San Francisco entramos por el Bay Bride, más grande y poco más antiguo que el Golden Gate.

Llegamos más pronto de lo planificado, por lo que aprovechando que aún teníamos nos fuimos directamente a Marina Green, para tener vistas panorámicas de la Isla de Alcatraz y del puente más famoso del mundo, el Golden Gate.

Ya devuelto el coche, nos fuimos al hostal. De ahí nos mandaron a un hotelillo del mismo dueño, con el típico ascensor antiguo de 2 puertas que me encantó. Hubiera preferido quedarme en el primero, Adelaine, ya que tenía el encanto de los hostales con su salón común, cocina,zona de ordenadores,…

Según dejamos las maletas, nos fuimos a investigar un poco la ciudad, aunque sólo nos dio tiempo a visitar el barrio Chino. En San Francisco conviven decenas de razas, aunque muchas tienen su barrio en plan gueto. Barrio Chino, Barrio Japonés, Barrio Italiano, …

En el barrio chino, a parte de chinos (chinos personas, chinos tiendas y chinos restaurantes) hay muchos negocios de pescado, fruta y carne fresca. Me llamo especial atención una “pescadería” donde todo lo que había estaba vivo. Acuarios llenos de peces donde no entraba ni el bigote de una gamba. Tuve la “suerte” de ver como cogían uno con red y como, ya fuera, le arreaban un golpe de aupa en la cabeza al pobre Nemo. Por cierto, me temo que los chinos consideran a los sapos y las tortugas pescado.

 

El jueves era Thanksgiving, fecha señalada en rojo en el calendario americano. Durante el día salimos a visitar la ciudad con el mal sabor de boca de no poder visitar Alcatraz al estar todo vendido. Otro motivo para volver a hacer un viaje por el Oeste de los States.

A pesar de que la tradición del “Día de Acción de gracias” sea comer con la familia, iba a ser harto complicado teniendo en cuenta que las nuestras estaban a 10,250km (la mayor que he estado nunca). El hostal organizó una cena especial por Thanksgiving (especial por decir algo porque era de pavo) para que cenáramos todos los perdidos del mundo juntos como una familia.

Me senté en una mesa a parte y compartí cena con una chica de Singapur, muy maja ella, y una pareja francesa mayor. También conocimos a un chico de Nueva Zelanda, a un alemán que llevaba 6 meses dando la vuelta al mundo y a un catalán que llevaba un mes también de ruta. Puede parecer una estupidez, pero todo esto, me encanta.

El día siguiente al de Thanksgiving es el Black Friday. El Black Friday inaugura la temporada de las compras de navidad, y suele haber ofertas y descuentos especiales. Como podéis imaginar, la calle estaba que no cabía ni un alfiler.

 

Nuestro último día en San Francisco le dedicamos a seguir visitando la ciudad. Visitamos el centro comercial que hay en el puerto, el Pier 39

  Ya el sábado dejamos las maletas en recepción y nos fuimos a visitar la catedral, el puerto de San Francisco, al pintoresco barrio hippie Haight-Ashbury donde vivió Jimmy Hendrix (vimos con el bus su casita amarilla) y su parque el Golden Gate Park y a cruzar el Golden Gate andando.

 

No os podéis ni imaginar el frío que pasamos cruzando el puente, ¿verdad Mónika?

 

Esa noche cenamos con María y 2 amigos suyos en el hostal y de ahí al aeropuerto, a poner prácticamente punto y final a nuestro viaje a falta de una escala.

Para terminar, decir que me ha encantado la ciudad. Hay mucha vida en las calles, tiene barrios muy particulares, playa, calles anchas, tiendas, restaurantes, bares, gente de toda clase,…y un rollo hippie y abierto que se huele en toda la ciudad. Que en cualquier momento cruces una calle y esta se oriente hacia la bahía con el Golden Gate de fondo, es toda una sensación. Respecto a las casas, las de estilo victoriano una detrás de otro en las calles hiper inclinadas han sido las que más me han gustado. Se respira música, reggae, gente jóven,…

Como se suele comentar sobre San Francisco, es la ciudad más europea de Estados Unidos, y quizás sea por eso que a día de hoy, habiendo visto un poco como son las ciudades de este país, San Francisco podría ser el único lugar donde me gustaría quedarme a vivir (a falta de ver New York y otras tantas ciudades claro).

Siento la lírica, no me noto muy correoso que digamos, pero hacer una entrada así y de hace más de una semana y en varios días, despista mucho, y más estando en exámenes como estoy…

Más adelante escribiré una entrada-conclusión del viaje…