Gulfport – Bay St. Louis

En el calendario universitario americano hay 2 fechas marcadas con rojo, una es el Fall Break en Octubre y la otra es el Spring Break en Marzo.

Por motivos de pasta y futuros viajes, esta vez me tocaba quedarme solo en el campus y prácticamente en la ciudad. Unos se fueron a Miami y otros a Boston, por lo que los 2 primeros días solos aquí fue un auténtico infierno.

Pero como siempre pasa, el mejor plan es el “no plan”. Elizabeth el viernes me propuso ir a Gulfport a la playa a visitar a su familia que vive en Bay St. Louis  para el fin de semana, y obviamente me dio la vida.

A menos de 1 hora de la costa como estamos, llegamos pronto para coger un barco que nos llevaría a Ship Island, la isla más paradisíaca que he visto en mi vida (más que Isla Saona en República Dominicana).

Ya en el piso superior del barco tuvimos poco menos de 1 hora de recorrido hasta llegar a esta isla, donde se encuentra un fuerte que sirvió durante la guerra entre la Unión y los Confederados, el FORT MASSACHUSETTS.

  

De la isla decir que me encantó, simplemente. Tuve la oportunidad por primera vez en mi vida de estar en la misma esquina de una isla, de recorrerla entera de punta a punta. Vi mucha naturaleza (manta rayas, medusas, cangrejos fantasma, hermitaños, tortugas y hasta delfines saltando cuando volvíamos)

 

Había dos barcos de vuelta, uno a las 14,30 y otro, creíamos, a las 17,30. Una vez perdido el de las 14,30 decidimos echarnos a dormir un rato, cuando nos despertamos a las 5 y vemos que no queda ni Perry Mason. Nos levantamos y decidimos ir hacia el puerto por si acaso cuando vamos por la pasarela y vemos que aún esta el barco…uuuf! Risas nerviosas y el típico comentario de “sería la ostia que ahora que estamos llegando lo viéramos partir…”, pues evidentemente, a medio camino, vimos como el barco se iba sin nosotros (“OMG!”). Por instantes pensamos que íbamos a tener que pasar la noche en esa isla hasta la mañana siguiente..pero nos encontramos a un salva costas que nos ofreció llevarnos en su lancha hasta donde estuviera el barco. Os podréis imaginar…llegamos al barco, el cuál tuvo que parar evidentemente, y toda la gente aplaudiéndonos y echándonos fotos, y al subir al barco las típicas bromitas y risitas. Fue un auténtico puntazo (estoy esperando que me envíen fotos).

Por la noche y después de disfrutar de una hamburguesa en el famoso The Pirate´s Cove, fuimos a casa, donde con toda la emoción del día no pudimos resistirnos a ver Piratas del Caribe III. En el camino tuvimos la oportunidad de parar en el típico puesto de pumpkins (madre mía lo que aprendimos con el Farm Ville).

El domingo dimos un paseo interesante con bici por el Bay Bridge y me enseñó algunas cicatrices del Katrina…cimientos donde antes había casas, escaleras de entradas a casa que ya no están, casas reconstruidas a altura para evitar futuras subidas y el caso más curioso el de un árbol, al que cuenta la leyenda se aferraron varias personas para sobrevivir a Katrina, y que ahora están tallados con ángeles. También fotografié ciertas cosas que considero del folklore americano, como el típico buzón (ya se como funcionan) o el del cartel avisando a los intrusos los que les pasaría si entraban en su propiedad…

Y para terminar darle millones de gracias a Elizabeth y a su familia, que se han portado de lujo conmigo acogiéndome en su casa y convirtiendo lo que parecía un fin de semana para olvidar en uno inolvidable.