La segunda noche de Halloween superó las espectativas con nota…
Corrían las 9 de la noche y aún no tenía decidido de qué me iba a disfrazar, así que me fui con Rufo al Walgreen a ver qué podíamos apañarnos para salir del paso mientras íbamos hablando sobre las teorías lesbianas de Rufo…no preguntéis por qué. Careta o capa, esas eran nuestras opciones. Rufo optó por la máscara y yo por la capa (ya tenía camisa blanca y pantalones negros, y con un poco maquillaje ya tenía disfraz). Así que me disfracé de vampiro, un clásico barato y rápido. Además como ando últimamente tan interesado por la historia del auténtico Vlad III Draculea, “tepes” el empalador, pues iba tan contento.
Primero fuimos a casa de Jose y allí Mónika me maquillo, que por cierto, lo de hacerse la ralla de los ojos es una jodida tortura china…no sé como coño os lo hacéis incluso algunas conduciendo. Un poco de polvos de talco para los pies por la cara y un poco de pintura y a correr.
Este me gustó especialmente y me hizo volver a mi infancia de finales de los 80 principio de los 90 cuando J. Fox era el rey en Hollywood
La fiesta estuvo animadísima, y lo más importante es que no vino la policía. Bueno, miento, vino, pero sólo nos dijeron que no estuviéramos en el cesped de delante, así que simplemente nos fuimos a un lado y fuera. Mucho bailoteo, juegos malabares con la lata en la cabeza, habitaciones pornos, disfraces chulos, gente chingando en un coche, restriego, …todo lo que os podéis imaginar de una fiesta de Halloween en los States. Teníamos la nevera en el coche de Elizabeth que estaba en el cesped de la casa, así que cerveza fría cuando quisiéramos…eso es un puntazo importante. Para ser la última Latin Party la despedida fue inmejorable.
Pic by Clémentine
Terminé en la habitación del fondo de la casa, como siempre. Me encanta esa habitación porque en las fiestas las dejan con una luz muy tenue azul o roja y suena The Doors, y porque allí nos juntamos los últimos a hablar y se crea un rollo muy guapo.
No sé por qué pero anoche estaba torpe de pelotas y primero me di con la cadera en un retrovisor que me dolió lo suyo y a parte, Rufo intentó hacer la bandera y se calló de bruces, y como no, allá que me fui a intentarlo. Me agarro al poste, apoyo un pie en un montículo que había al lado, voy a apoyar el otro y ostión monumental…de bruces. Aún estoy masticando tierra pero las risas que nos echamos y que se echo Javi especialmente viéndonos a rufo y a mí fracasando en nuestro intento, lo merece.
Ya después nos fuimos de nuevo a casa Jose y allí preparamos unos huevos revueltos con setas y pimientos y un tomatito picado con sal y aceite para rematar la noche…¡QUÉ NOCHE!
preferiblemente en pijama a poder ser, rezando por que esté la lavadora de carga frontal libre porque en las otras no controlo la cantidad de detergente que echo y eso de juntar suavizante (¿para qué?) y detergente a la vez tampoco lo veo muy positivo. Haces el reparto ropa interior y toallas aquí, ropa blanca allí y el resto que te importa en otra…¡acción! 27 minutos, subes, dejas el detergente y el suavizante, moneas en internet y bajas, sacas la ropa esperando que esté toda y metes en la secadora la ropa interior, calcetines, toallas y subes la ropa que te importa a secar en la habitación por si la secadora la jode. 1 hora de secado, vuelves a subir, moneas el doble de tiempo en internet y vuelves a bajar. Subes con la ropa y la contemplas allí toda deseosa de ser colgada, y cuando lo haces, la habitación parece una habitación-tendedero-mercadillo, camisetas colgadas de las puertas, de la cama, de la mesa, de la ventana…Personalmente, con los calzoncillos y los calcetines ya me he rendido. No hay cosa que más rabia me de que doblar calcetines, por lo que he optado por la técnica del “volcado”, verídico.
En parte he tomado esta decisión porque ya me han desaparecido varios calcetines y volcándolos así no me doy cuenta. Esta técnica te ayuda a vivir en la ignorancia, y por tanto a ser más feliz.¿Donde van a parar esos calcetines? ¿es cierto que las lavadoras son como puertas a terceras dimensiones en plan Star Gate? Hay que reconocer que el
En la cabeza de un hombre no hay espacio para diferenciar esas cosas por favor. Un camiseta gris, una camiseta blanca con un pequeño dibujo, una toalla beige, un calzoncillo a rallas rojas y blancas…¿son de color o blancas?. No hombre no, ahí no hay discusión, para cada persona (hombre) todo depende... No os podéis ni imaginar la de tiempo que llevo gastado mirando las malditas etiquetas de la ropa para saber qué “tipo de tejido” son y que “tipo de lavado” necesitan.