US, here we go!

Finalmente he decidido retomar este blog y la sana costumbre de relatar mis vivencias en un blog para que aquél que quiera pueda saber de mí de una manera más fácil y rápida.

Las 3 semanas que llevo aquí he estado divagando entre empezar o no el blog, y cada día que pasaba era un día más para no empezarlo, porque se acumulaban las historias, pero por fin me he armado de voluntad porque por experiencia sé que merecerá la pena.

El día 11 de Agosto empecé este viaje junto a Monika, su novio Jose (un gran tipo) y el señor Ernesto de Hangover que me acompañaba gracias a la despedida que tuve semanas atrás llenas de despedidas y especialmente a la noche anterior en la que me despedí de mis amigos con una cena en el bar, con sus respectivas cervezas, chupitos gallegos y copas de campeón a posteriori. El plan de viaje era Madrid-Washington-New Orleans. El vuelo desde Madrid genial, un avión como nunca había visto antes (soy cliente VIP de Ryanair…), asientos cómodos, espacio para las piernas, pantalla interactiva con películas, juegos, series, video clips, …a pesar de que fueron 8 horas no se me hicieron largas.

En Washington tuvimos problemas con el avión. Después de tenernos 1 hora metidos en el avión en pista dándonos explicaciones como que unos viajeros se querían bajar o que se les había olvidado meter las maletas en el avión, despegamos. Tan sólo 5 minutos después nos dice el piloto que debido a unos problemas técnicos tenemos que volver (¬¬) así que imaginaos como estaría la madre del piloto de mierda si en esos momentos no llevaba un chubasquero encima. Esperamos 1 hora más de nuevo en tierra y por fin despegamos rumbo a New Orleans.

Finalmente y después de 24 horas de viaje llegamos al Louis Armstrong International Airport de New Orleans, pasamos sin problemas el temido control, cogimos un taxi y fuimos a nuestro hostal que por cierto, era increíble. Típica casa sureña, con su pequeño porche, habitaciones clásicas, cómodas, y una calefacción en el baño que consistía en 2 luces rojas que me resultó bastante curiosa.

Al día siguiente salimos a visitar la ciudad y la impresión fue increíble. Auténtico y puro sur de los States. Casas de madera, como ya he dicho con sus pequeños porches, los postes de electricidad de madera, sus millones de cables cruzándose, una humedad terrible, gente muy abierta y amable,

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la impronta de Francia y España en sus calles, la importancia de la música en la ciudad y todo lo que os podáis imaginar “Made in USA”. Realmente cuando estas por primera vez en Estados Unidos alucinas. Después de tanto bombardeo mediático sobre este país, cuando puse un pie aquí lo primero que se me pasó por la cabeza fue: “es real”.

Visitamos el río Mississippi, el St Paul Cathedral, el French Market con sus comidas, artículos de voodoo, atuendos para el Mardi Gras (máscaras y los famosos “beads” que son collares con bolas de colores que cuelgan de todos los lugares), el precioso Café du Monde, el famoso French Quarter y su famosa calle Bourbon Street, el Superdome, la antigua cervecería ahora centro comercial Jax Brewery, comimos en un restaurante típico con comida autóctona y nos empapamos un poco de la tragedia del Katrina haciéndonos una pequeña idea del destrozo que provocó.

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Visita corta pero muy intensa e increíble.

En la siguiente entrada seguiré contando cómo nos fue, que aunque tenga mucho que escribir, se que las entradas largas no son populares.

Os dejo un video de la ciudad de New Orleans, cruzando el río Mississippi en nuestro camino hacía Hattiesburg (Mississippi)

Cruzando el río Mississippi (New Orleans)